Es un masaje terapéutico a base de ejercer presión en diferentes puntos reflejos que se encuentran en el pie para tratar diferentes problemas. Promueve la relajación y alivia el estrés. Reduce el dolor en general. Con esta técnica se pueden tratar distintos órganos, músculos y otras partes del cuerpo mejorando su funcionamiento. En definitiva, la reflexología podal tiene un efecto sanador, no solo físico, sino mental y emocional, que mejora la calidad de vida del paciente.

• Calma el estrés y la ansiedad.
• Fortalece el sistema inmunológico.
• Activa la circulación sanguínea.
• Alivia el dolor (espalda, cuello, cabeza, oídos y muelas).
• Reduce el insomnio y mejora la calidad del sueño.
• Favorece mecanismos de depuración.
• Ayuda a eliminar toxinas del organismo.
• Equilibra el sistema nervioso central y periférico.